A un año de los 200 años, veo un país que no le importa demasiado cambiar, hasta romper con nuestras propias tradiciones.
Hoy, en Avenida 9 de Julio, se hizo un gran escenario donde 200 mil personas estuvieron presentes, eso fue muy bueno, sin banderías políticas y solo para festejar a la Argentina y ver a los ídolos músicos que harían un impresionante concierto.
Donde un músico Lito Vitale, decidió que era una manera distinta de agasajar al casi vicentenario, realizando arreglos a todas las canciones tradicionales patrias, Donde los músicos cantaban en dúos las canciones que aprendimos de chicos (Marcha de San Lorenzo-Mi Bandera-Aurora-Himno a San Martín-Himno a Sarmiento-culminando con el Himno Nacional Argentino).
Todo con arreglos muy modernos del sr. Vitale.
Algunos quedaban muy bien, porque los cantantes eran buenos, otros ni hablemos.
Cuando se toca a la presidenta de la Nación y nadie dice nada, cuando se tocan los símbolos patrios y nadie dice nada, cuando se cambia el himno por otro que tiene hasta menos letra, cuando no enseñamos el respeto, poco lo podemos pedir de los demás.
No estoy en contra de la modernidad, es algo inexorable, pero también creo que es importante el respeto por las tradiciones, por las cosas de hoy y de siempre y explicarle a los jóvenes, esto es una versión libre, no es el real.
Uno llega a no saber ni qué pensar, qué está bien, qué está mal, porque si uno se opone dicen que uno es un pacato.
No tengo nada contra el cantante de Damas Gratis, pero me parece que un himno no es una cumbia. Ahi Vitale como dirían los chicos, se fue de tema.
Sin embargo me gustó lo de Mike Amigorena (Pells), vestido de San Martín, cantando el himno del prócer y el de mi corazón (de los Abuelos de la nada) que lo hizo maravillosamente bien.
No sé, no me acostumbro a tanta modernidad toda junta, tengo miedo que al cambiarlo tanto se pierda lo bueno y verdadero. Se pierda el verdadero sentido, el origen. Ya se están perdiendo también los tonos, al ser arreglos, nadie los canta como fueron hechos originalmente.
De todos modos, y más que nunca recordando a los grandes de mayo, le deseo un nuevo felíz cumpleaños a mi patria querida y deseo en Dios que todo esto no nos haga perder ni el respeto, ni las tradiciones. Un país sin tradiciones, respeto, no deja de ser un país completo y yo quiero que mi Argentina lo sea más que nunca. Un país por sobre todo con su propia identidad.
Felíz cumpleaños Argentina!!!
***Adriana Sabatelli***
Gracias: Fotos La Nación.com
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