Salió el libro, Gordos, escrito por el periodista Mauro Fulco, que cuenta en primera persona y con un humor inteligente y mordaz las vicisitudes que afrontan quienes quieren rebelarse contra la genética. Para escribir este libro, el autor probó dietas hipocalóricas, pasó por todas las asociaciones para bajar de peso, participó de grupos de autoayuda y hasta se internó para hacer un tratamiento de adelgazamiento.
Tengo casi treinta años, soy gordo y me dicen Pochoclo. Las publicidades de hombres con abdominales marcados son una demostración de lo que nunca seré. Ni las largas sesiones de gimnasio, ni las dietas más estrafalarias, ni siquiera una racha atroz de negativas a la hora de la conquista amorosa lograron tornear mi abdomen. Soy lo que las abuelas llaman “morrudo”, pertenezco a ese espécimen que las madres dicen “tiene huesos grandes”, los técnicos de fútbol denominan “pesados” y las novias “gordito”.
Después de un eterno peregrinar por doctores y doctorcitos, licenciados e iluminados con dietas mágicas, chamanes y chantas, toqué fondo. La balanza marcó más de tres cifras y numeró lo que mi cuerpo ya sabía y la ropa indicaba a fuerza de apretujones. ¿Qué hice? Reírme, como se reirá usted con este libro. Porque decidí someterme a los tratamientos más ridículos, participar de cuanto grupo existe para adelgazar, tolerar a abuelas que cuentan que pican de la papilla de sus nietos y se comen veinte barritas de cereal, internarme en un spa para bajar de peso a base de privaciones, y hablar con muchos panzones como yo, que también decidieron dejar de intentar ser lo que no son. El resultado es esta historia que tiene entre manos. Si alguna vez se encontró en alguna de las situaciones por las que pasé, podría haber sido el autor de estas líneas. Acerca del autor: Mauro Fulco nació en Buenos Aires, en 1980. Es periodista; comenzó a trabajar en diario Perfil en 2005 y actualmente es redactor de la revista 7 Días. Además, escribe para el diario Crítica, la revista Rumbos y colaboró para la revista Un caño.
Tengo casi treinta años, soy gordo y me dicen Pochoclo. Las publicidades de hombres con abdominales marcados son una demostración de lo que nunca seré. Ni las largas sesiones de gimnasio, ni las dietas más estrafalarias, ni siquiera una racha atroz de negativas a la hora de la conquista amorosa lograron tornear mi abdomen. Soy lo que las abuelas llaman “morrudo”, pertenezco a ese espécimen que las madres dicen “tiene huesos grandes”, los técnicos de fútbol denominan “pesados” y las novias “gordito”.
Después de un eterno peregrinar por doctores y doctorcitos, licenciados e iluminados con dietas mágicas, chamanes y chantas, toqué fondo. La balanza marcó más de tres cifras y numeró lo que mi cuerpo ya sabía y la ropa indicaba a fuerza de apretujones. ¿Qué hice? Reírme, como se reirá usted con este libro. Porque decidí someterme a los tratamientos más ridículos, participar de cuanto grupo existe para adelgazar, tolerar a abuelas que cuentan que pican de la papilla de sus nietos y se comen veinte barritas de cereal, internarme en un spa para bajar de peso a base de privaciones, y hablar con muchos panzones como yo, que también decidieron dejar de intentar ser lo que no son. El resultado es esta historia que tiene entre manos. Si alguna vez se encontró en alguna de las situaciones por las que pasé, podría haber sido el autor de estas líneas. Acerca del autor: Mauro Fulco nació en Buenos Aires, en 1980. Es periodista; comenzó a trabajar en diario Perfil en 2005 y actualmente es redactor de la revista 7 Días. Además, escribe para el diario Crítica, la revista Rumbos y colaboró para la revista Un caño.
Publicó el libro "El otro lado de Bailando por un sueño".
Título: GORDOS, Peripecias en el afán por adelgazar
Autor: Mauro Fulco
Editorial: Sudamericana
Género: Humor
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