Ariel persigue a Camilo y Paz para convencerlos de robarle dinero a Heines, pero ellos no acceden. Continúan los celos entre los tres durante todo el operativo, cuyo objetivo es demostrar que la fábrica de Heines contamina el ambiente. Camilo anuncia por Handy el plan: Tacho va a irrumpir en la manifestación como distracción, pero Ariel lo sabotea alterando la frecuencia para que todo salga por los altoparlantes.
Los activistas, liderados por Gonzalo, enfrentan pacíficamente a la policía. El hecho es cubierto por un grupo de periodistas que no están muy interesados en la noticia hasta que aparece el Ángel Rojo, tomando partido por los activistas. Se pone a cantar “Quiero” y todas las cámaras van con él, los policías, desconcertados. Un policía está a punto de reprimir a Tacho (como el Ángel Rojo), pero a último momento Caperucita Verde lo salva.
Camilo cambia los planes. Aprovechando la distracción que genera Tacho, se manda por la parte trasera de la fábrica con el camión junto a Pedro, Teo y Ariel. Paz los sigue. Camilo pide que documenten todo para demostrar que en la fábrica hay deshechos contaminantes. Camilo y Paz son descubiertos por Heines, quien está por llamar a los guardias, pero se queda duro al ver la manifestación por la tele. Le ordena al comisario detener la represión para no quedar mal frente a las cámaras. Mientras tanto, Ariel se mete en las computadoras de Heines y logra robarle 4 millones de dólares.
Los activistas, liderados por Gonzalo, enfrentan pacíficamente a la policía. El hecho es cubierto por un grupo de periodistas que no están muy interesados en la noticia hasta que aparece el Ángel Rojo, tomando partido por los activistas. Se pone a cantar “Quiero” y todas las cámaras van con él, los policías, desconcertados. Un policía está a punto de reprimir a Tacho (como el Ángel Rojo), pero a último momento Caperucita Verde lo salva.
Camilo cambia los planes. Aprovechando la distracción que genera Tacho, se manda por la parte trasera de la fábrica con el camión junto a Pedro, Teo y Ariel. Paz los sigue. Camilo pide que documenten todo para demostrar que en la fábrica hay deshechos contaminantes. Camilo y Paz son descubiertos por Heines, quien está por llamar a los guardias, pero se queda duro al ver la manifestación por la tele. Le ordena al comisario detener la represión para no quedar mal frente a las cámaras. Mientras tanto, Ariel se mete en las computadoras de Heines y logra robarle 4 millones de dólares.
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