El grupo legendario de rock británico Deep Purple se presentó en el Luna Park de la ciudad de Buenos Aires.
Obviamente sonaron sus mejores temas: Lazy, Highway star, Black Night, Woman for Tokio y
obviamente la platea deliró con Smoke on the water (Humo sobre el agua), tema emblemático de la banda, que por supuesto 
Ian Gillian interpretó con toda su potencia y emoción.
Un público muy especial, muchas gente grande, que pasaba los 35, festejó cada tema y asimismo el aniversario 40 de sus favoritos.
La noche comenzó, en el momento en que se apagaron las luces, pero cientos de lucecitas azules, de celulares, querían capturar cada especial momento.
Cada músico tuvo su momento único, entre los temas.
Cerca de dos horas de espectáculo a puro rock & roll.
Dos pantallas gigantes acercaban a los que estaban más lejos primeros planos de los músicos. 
El juego luminotécnico fue también otro factor protagonista a la presentación.
La guitarra de Steve Morse hizo vibrar el estadio en su solo, donde además mostró toda su maestría en cada acorde de su guitarra eléctrica.
Lo de Don Airey en el especial solo de teclados, nos transportó al rock sinfónico de los años 80, donde en la mente aparecía una especie de Rick Wakeman, que además pasó por sonidos como los de Star Wars (la guerra de las galaxias),
hasta llegar a interpretar con mucha habilidad y respeto por el público argentino el maravilloso "Adios Nonino", un Piazzola, increíble, que llevó a la emoción.
No nos podemos olvidar tampoco del bajo de Roger Glover y la batería Ian Paice que la hizo hablar en su solo también y que hicieron pasar al público un momento sublime y exquisito, con este rock sinfónico, digno de la nostalgia ochentosa.
Por supuesto es un lujo ver a estos señores. El señor Ian Gillian no puede cantar mejor, porque realmente y con la edad y oficio que tiene en ese escenario hizo bramar el Luna Park.
Excelente espectáculo para los memoriosos y no tanto.
Y un deleite de música, para todos los gustos.
Un gusto enorme y disfrute por demás-
***Adriana Sabatelli***
Fotos y comentario Adriana Sabatelli -
Gracias: Marina y Mercedes Harvey -
